domingo, 14 de julio de 2019

BERLÍN: REFLEXIONES

Morning!

Hoy os escribo desde el aeropuerto, esperando a que abran el mostrador para dejar la maleta. Una cosa que me han recalcado en todos los cursos de formación, es que para que una actividad sea productiva de verdad, tiene que tener una reflexión al final. Pues ahí va la mía:

Ha sido una aventura genial. De esas que dan un poco de miedín al principio porque no sabes dónde vas o con quién te vas a encontrar, pero que en el fondo sabes que irá bien y acaba siendo mucho mejor de lo que esperabas. 
He aprendido muchíiiiiiiisimas cosas: por supuesto a nivel profesional, intercambio de experiencias con gente de otras culturas, historia, he conocido gente estupenda... pero sobre todo, sobre todo, he aprendido que no hay que tener prejuicios, especialmente con uno mismo. Hay que tener ganas. Me he sentido yo misma, natural, como a mí me gusta ser. Y es que repito, no importa dónde estemos, la naturalidad y la espontaneidad no hay que perderlas nunca. 



Ayer por ejemplo, íbamos andando por Potsdam y cuando me di cuenta me encontré  a mí misma en medio de la calle bailando y dando saltitos inconscientemente, como mi hermano en las tiendas de Peñíscola cuando aprendió a hacer el bailecito que a mí todavía no me sale. Mis padres estarán muy orgullosos y puedo ver perfectamente la cara que pondrá mi padre cuando lea esto, pero supongo que como todos los padres lo están de sus hij@s, aunque no ha tenido ningún mérito; hoy en día con el móvil, un cargador portátil y datos ilimitados puedes ir adonde quieras. 

Me vine con una maleta llena de "por si acasos" y me la llevo llena de experiencia e historietas que contar. Espero que el revisor sea tan majete como el de Barcelona, que estuvo sujetando mi maleta en la báscula haciendo fuerza para que no tuviese que pagar por los kilos que llevaba de más. Y es que claramente hoy pesa mucho más que el domingo pasado. 

Así que muchas gracias a todos por leerme, por los comentarios y por todos los mensajitos que me habéis enviado. Ha sido muy divertido escribirlo. Tenía que ser algo interno para compartir lo aprendido con l@s compañeros del instituto, pero con la emoción del primer día pasó lo de siempre, que se me ha ido de las manos. Espero por lo menos haberos transmitido un poquito de esa ilusión y emoción que he sentido. 

Y lo último que quiero decir es que soy de pueblo, pequeño, y que estoy muy orgullosa de ello. Me voy satisfecha no solo por lo aprendido, sino por haber llevado el nombre de mi instituto y de mi tierra a otros países y culturas. Y es que entre tod@s somos much@s. Y en los pueblos pequeños también hay gente comprometida, competente, emprendedora, brillante... y tenemos que hacernos oír. Y si no se nos escucha, tendremos que decirlo más fuerte. 

Me despido con la foto de uno de los graffiti del muro de Berlín, porque creo que no puede resumir mejor todo lo que he vivido esta semana. 

¡Hasta la próxima, compañeros!

KEEP ON MOVING!


Mucha gente pequeña que en muchos lugares pequeños hacen muchas cosas pequeñas que pueden cambiar la cara del mundo.

2 comentarios:

  1. Silvia felicidades por haber podido vivir esta experiencia preciosa. He disfrutado mucho leyendo tus notas y me alegro mucho por ti.
    Edpero verte muy pronto y darte un fuerte abrazo en nuestro pueblo, pequeño y precioso. Es nuestro territorio y lo amamos.

    Besets

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  2. Bon dia!!
    He fet el seguiment i ho he trobat molt interessant. L'any que ve a repetir-ho.
    Una abraçada

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