miércoles, 10 de julio de 2019

BERLÍN DÍA 3: PIENSA EN VERDE

¡Hola, hola!

Por aquí seguimos, más bien que pa qué. Al final de la entrada entenderéis el por qué del título de hoy, que no sé qué habréis pensado, porque en realidad aquí todo es amarillo... Empiezo:

Esta mañana he salido de casa con el tiempo un poco más justo de lo normal porque quería ir como van en las ciudades: deprisa. Bueno, también ha sido porque sigue amaneciendo a las cuatro de la mañana y la luz para dormir, como que no; así que estoy durmiendo más bien poco. Total, que como caminar deprisa da seguridad y ya sé llegar a la parada casi con los ojos cerrados, de camino he adelantado a dos personas. Las he llevado detrás todo el rato pero a la que he llegado a la parada: ya estaban allí. ¿Cómo puede ser? ¿Os lo imagináis? Exactamente: han cruzado por las vías mientras que yo he ido a dar la vuelta. Mi gozo en un pozo. Después ha llegado un señor y porque quedaba feo sacar el móvil y grabarlo, pero tan tranquilamente, ha bajado el escalón, ha cruzado al otro lado y en cosa de segundos ha llegado el tren. Esto tiene que ser por algo, como diría mi compañera de piso de Zaragoza: desde luego, esto es pa mear y no echar gota. Voy a tener que probarlo. En una de las actividades que hicimos en el curso el primer día así para conocernos un poco, teníamos que explicar las tres cosas maś locas y/o estúpidas que habíamos hecho la vida; no tengo muy claro si esto va a ser loco o estúpido pero tengo que hacerlo para poder decirlo la próxima vez. 

En cuanto al curso muy bien. Hemos empezado con el plato fuerte: la evaluación. Es un curso para promover el aprendizaje activo entre l@s alumn@s y como nosotras ahora somos alumnas, pues somos las protagonistas del curso. Así que hemos tenido un debate muy interesante sobre evaluación y después Ada, que es la profesora, nos ha hablado de eso que llaman evaluación formativa y sumativa y nos ha enseñado aplicaciones para llevarlas a cabo. Yo conocía alguna, pero las hemos estado utilizando y ¡es una pasada la de tiempo que se ahorra! A mí me cuesta mucho preparar los exámenes, por no hablar de corregirlos...pues con estas aplicaciones le dedicas algo de tiempo a preparar las preguntas con sus respuestas y tachaaan, una vez hecho por l@s alumn@s te llega un e-mail con los resultados individuales y un informe detallado de aciertos y errores generales. O sea, que además de una inversión de tiempo y de que no es lo mismo contestar preguntas en un folio que hacerlo con el móvil, te permite profundizar en aquellos aspectos que ves que no han quedado demasiado claros. 
Hemos hecho una prueba sobre monumentos en Berlín y como ayer me perdí la mitad de las explicaciones de Federico, estos han sido los resultados:




¡Si es que hay que prestar atención en clase, que os lo tengo dicho!


Después del café, o lo que viene siendo el recreo de toda la vida, nos hemos puesto en pequeños grupos para trabajar en nuestro propio proyecto. El de mi grupo va a ser sobre comida saludable y se nos han ocurrido un montón de ideas para ponerlo en práctica. Es curioso porque ya no trabajas con tus compañeras de departamento o de instituto; estamos tres profesoras de lengua extranjera de países diferentes, con sistemas educativos diferentes trabajando juntas y compartiendo intereses y experiencias que son iguales o muy parecidos. 



Y hablando de comida saludable...en acabar el curso nos hemos ido a comer. ¿Sabéis eso de que los profesores no podemos dejar de hablar de trabajo? Pues así es. Así que allí hemos estado, "pues yo este año...", "mi grupo de...", "¿y en Finlandia también pasa que...?" y una saca todas sus penurias con gente que la entiende y se queda más ancha que larga. Pero es que después viene el "pero bueno, que también tiene sus momentos de diversión." Y entonces te sientes un poco mal por todo lo que has dicho y empiezas a contar todas las cositas que haces, las anécdotas del día a día... y cuando miras el reloj son las cinco de la tarde y llevas tres horas sentada en una cafetería de Berlín con seis personas a las que conoces de dos días, hablando de trabajo. Y LO DISFRUTAS. 

En realidad teníamos que ser ocho en el curso, pero sólo estamos siete porque de momento Paulina no ha venido. Imagino que se le habrá olvidado, igual que se le olvidó cancelar el mariaaachiiii 😂😂😂😂 (Perdón, es que la chica que falta se llama Paulina y tenía que decirlo!) 

El resto de la tarde lo hemos pasado en el Museo "Topografía del Terror" o lo que fue la oficina central de la Gestapo entre 1933 y 1945. No os explico nada más porque creo que el nombre ya lo dice todo. También hemos paseado junto al trozo de muro que se conserva en el exterior hasta "Checkpoint Charlie", que fue uno de los pasos más famosos entre el Berlín Este y el Oeste. Ayer Federico nos dijo, y de eso creo que me acordaré siempre, que se ha recopilado información sobre todas las víctimas del Holocausto y que se estima que leer la lista completa costaría seis años. SEIS AÑOS. 





Y para terminar, os explico la anécdota del día, venga. 
En las presentaciones del primer día, Katharina, la chica alemana, nos contó que una cosa que le llamaba la atención de Alemania y que no había visto en ningún otro sitio es que se recicla mucho. Que tú vas por la calle y hay un montón de contenedores de colores varios. Nos enseñó una foto con cuatro contenedores pequeños, los típicos de orgánico, papel, plástico y vidrio (que no cristal). Yo me quedé un poco extrañada porque pensé que en España, o en Aragón al menos, eran los mismos pero más grandes. Pero que si era algo que le llamaba especialmente la atención... Claro, tú vas andando por Berlín y vas con la cabeza muy alta, mirando hacia arriba, hacia los lados, a todas partes, y lo último que se te ocurre es fijarte en si hay contenedores o no los hay. Pero cuando el río sueeena:


¡Y tanto que están! 

Pues justo veníamos de comer de un parque, cada una con su bolsita de basura en la mano y ¿qué haces? Lo que siempre te dejas en el plato al negro, la servilleta al azul, estira bien el brazo que el recipiente va al amarillo! Y cuando has acabado y te das la vuelta toda sonriente por lo bien que lo has hecho y pensando en todas las botellas de plástico que tienes en el apartamento y que puedes devolver, ves que el guardia que vigila el monumento de enfrente te aplaude desde lejos. Pues oye, un saludito, un saltito de alegría y a seguir. Que no importa dónde estemos, ¡la naturalidad no hay que perderla nunca!

Ya mañana os cuento a ver qué pasa y si sale o no lo del Karaoke. 

Auf wiedersehen!

¡Otra cosa! Que hoy de vuelta a casa han sido siete paradas de metro y once de tranvía, que me he equivocado y lo he cogido en dirección contraria y que si "ay, que me bajo", "que no, que voy bien", "ay, que no sé" he tenido que volver tres paradas más las cuatro que tocaban. 🤷‍♀️🤷‍♀️🤷‍♀️

1 comentario:

  1. Silvia, q interesante es todo lo q estais haciendo, aprendes para q tus alumnos aprendan también y además disfrutas, se te nota.
    Berlin dicen, q es una ciudad preciosa, disfrutala también.

    Besicos

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